lunes, 19 de julio de 2010

HAITI -MI EXPERIENCIA DE VOLUNTARIADO EN S.O.S. ALDEAS INFANTILES.

PRÓLOGO

En estos últimos meses MALDITO SURF ha estado desantendido por mi parte. Quizás por apatía, puede que por pereza. Seguramente una mezcla de todo, a la vez que un par de experiencias muy distintas pero ligadas entres si que han acontecido en mi vida. La primera ha sido el voluntariado que realicé en Haití y que en este artículo me gustaría compartir con todos vosotros. La segunda ha sido mi reciente viaje a Costa Rica, que publicaré en pocos dias, el cual tenía en mi agenda desde hace mucho tiempo y que gracias al cambio producido en mi interior y sobre todo gracias a las personas, y en especial a UNA (ANA LAURA), que conocí en el programa de emergencia de ALDEAS INFANTILES S.O.S. en Haití a raiz del desastre ocurrido en este pais recientemente, me llevaron a dejar de poner trabas y dificultades irreales e inexistentes para dejar fluir un poco más mis sueños y metas en la vida y no encarcelarme por las normas, obligaciones, ataduras, y "responsabilidades" de una sociedad, a veces sin sentido, y en la mayoría de los casos monótona, gris y de una libertad dudosa.

Antes de nada quiero agradecer a todas esas personas que compartieron conmigo alguno de esos momentos o muchos, su atención, dedicación y esfuerzo. Sobre todo darles las gracias porque cada una de esas personas me han enseñado algo en la vida. Gracias a todos de corazón, a algunos los volveré a ver a otros no, pero siempre los llevaré conmigo.

GRACIAS A:

Voluntarios y Cooperantes,
Willbert (mi hermano), Byron (el alma de la fiesta), Roberto (admirable persona), Ana Laura (mi tesoro), Maribel (mi niña, amiga, compañera de viaje y la persona que me embarcó, muacks), Pau (grandísimo Pau), Ricardo, Genís, Juan Carlos, Arquímedes, Luis, Antonia, Waldo, Eliana, Lourdes, Marilyn, Hermana (gracias por esa gran comida), Dani, Eli, Amalia, Line, Marta, Alba, Carlos, Natalia, Steven, Nickolas, Louis, Fran... No están todos los que son, pero a todos los que si y no, gracias mil, gracias de corazón!

Haitianos,
Sami, Jean Jack, Sous Love, Chilet (amigo), Jackes (cerebro), Luis (gran Lui), Gato, Pichón, Jean Baptist (ánimo), Doctor, Olivier (no faltes el lunes amigo!)... Gracias por ser como sois, espero volver pronto.

En ningún caso mi intención es juzgar o valorar la situación actual, ni la actuación de las diversas organizaciones, personas públicas o privadas, tampoco de los paises implicados en este desastre. Simplemente es un relato de mis sensaciones y vivencias, una realidad personal de lo que, en ese pueblo castigado injustamente, hizo que un rayo de desilusión, esperanza, impotencia, esfuerzo, sonrisas, y sobre todo, lágrimas de felicidad extrema y desesperación profunda, dieron un vuelco radical a la forma en que mis ojos miraban al mundo en que vivo.Haití, no es sólo un trozo del Caribe, un pedazo de tierra con fronteras. Es mucho más que un lugar en el mundo o una noticia en la televisión que produce titulares por un tiempo. Como todos los países de este PLANETA llamado TIERRA, al que todos sin escepción pertenecemos y del que todos somos partícipes, es un lugar habitado por seres humanos con sentimientos como los nuestros y donde el desastre se ha cebado de una forma brutal y cruel. También lloran allí, también rien y festejan, también sufren, porque desgraciadamente están acostumbrados a ello. A pesar de todo nunca pierden la esperanza y te regalan una sonrisa, mientras cargan en sus corazones con familias enterradas bajo los escombros, sin comida, con agua infectada, sin techo donde cobijarse de las intensas lluvias, con enfermedades, corrupción, toneladas de basura, abandono, olvido, y sin embargo, con energía para continuar vivendo, envidiada por muchos, deseada por todos.

MERECEN MUCHO MÁS QUE CARIDAD.


HAITÍ, MI EXPERIENCIA.
Cuando uno llega a Haití no tiene ni idea de qué se va a encontrar. Creo que no me equivoco al decir que en la gran mayoría de los casos, siempre es peor de lo que esperas. Aunque, en mi caso particular, después de un par de semanas me "acostumbré" o mejor dicho lo asumí.
El desastre ha afectado a todo el país. Unas zonas más que otras, es estremecedor recorrer algunos de los lugares del centro de Puerto Príncipe y ver reducidos a escombros edificios enteros, partidos, rajados... hechos añicos, sabiendo que en muchos de esos lugares aún hay personas enterradas. Y después de haber escuchado por testigos y afectados los relatos del instante, del terror vivido y el caos originado, sólo puedo sentir dolor. Imaginando cada día, que en las siguientes semanas, la putrefacción estaba haciendo efecto y que aún miradas perdidas y confusas andaban por las calles sin saber ni entender qué había pasado.
El palacio nacional destrozado como un castillo de naipes, universidades, ministerios, escuelas, edficios de viviendas, negocios. Las desgracias siempre se ceban con los mas débiles, este caso no es una excepción, todos están afectados directa o indirectamente, y los pobres son aún mas pobres o literalmente están muertos. Afortunados los que pueden ir a una tumba a llorar a los seres queridos que han perdido, ellos saben donde derramar sus lágrimas, otros han sido enterrados en fosas comunes o siguen entre los escombros.
Nunca hubiese imaginado el poder debastador de un terremoto, doblando como mantequilla estructuras de acero, reduciendo a polvo edificios enteros.
Ante esta situación el gobierno no tiene capacidad para maniobrar. Un gobierno pobre de por si, un gobierno de dudosa moralidad, Un gobierno formado por personas, que sufren como los demás y se encuentran sin medios ni dinero para solucionar el infierno en la tierra. ¿Se puede culpar al poder ejecutivo de la lenta actuación? No se realmente si deberíamos juzgarlos, porque al fin y al cabo nadie quiere eso para otra persona. ¿Y quién sería capaz de administrar un desastre de esa magnitud? En mi opinión ni la ONU pudo. La situación actual de desgobierno es preocupante, y en ese despropósito no se libra nadie.
Quiero , y necesito creer, que la voluntad positiva por parte de todos es absoluta,  pero, insisto, en mi opinión, es infinitamente complicado y de muy difícil solución.

En el tiempo que estuve allí, todos hablábamos de qué hacer, como solucionar las cosas, como arreglar aquella locura. Todos queremos ayudar, pero realmente ¿Cual es la solución correcta? Supongo que es aportar, y dejar de destruir los pocos avances que se consiguen. Aunque es una de tantas opiniones que he escuchado.
Casi a diario debatíamos este tema, en la comida, en la cena, en las reuniones en la noche en el campamento... de camino a... viniendo de... la frase que más escuchaba como colofón con un tono de desaliento, mezclando tristeza y rabia era: "NO SE, ES TAN COMPLICADO...!". Después de eso, continuábamos con nuestra taréa, que era aportar lo que pudiesemos con trabajo y esfuerzo.
Una buena forma de ayudar es con donaciones, pero la duda eterna es si llega o no esa ayuda. Siempre pensé que si se aporta dinero, material, alimentos, medicamentos o cualquier cosa, llegue o no en su totalidad, algo llega. Y creo que eso es lo importante. No conozco las cifras ni datos de las diferentes ONG´s, pero si creo sinceramente que a Haití ha llegado mucha ayuda, aunque cada vez es en menor cantidad, cosa injusta y sin sentido. Otro tema sería la coordinación de esa ayuda, tema complicado, como todo en Haití.
Puedo decir sin miedo a equivocarme que la labor de las personas que componen las diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales es fructífera. Los pasos que se dan son pequeños, y el esfuerzo y la implicación de esas miles de personas es absolutamente impresionante. He tenido la suerte de conocer a muchas personas en Haití, voluntarios y cooperantes, que han dejado sus vidas aparcadas por un tiempo o indefinidamente por HUMANIDAD. Para mi, es admirable, el valor y la entrega de todas y cada una de ellas.
Respeto es lo mínimo que merece cualquier persona, que por altruismo puro, o incluso por un pequeño atisbo de egoismo, en busca de una experiencia personal que les muestre un poco de luz, o experiencia laboral en segundo término, o por cualquier razón que a cada uno de ellos les venga en gana, porque al fin y al cabo, se están sacrificando, y el simple hecho de ir allí, es un minúsculo grano de arena que aporta esperanza para esa tierra y para las personas que sufren, en Haití o en cualquier parte del mundo.
En mayor o menor medida la ayuda humanitaria esta llegando y esto, aunque parezca irónico está causando otro gran problema entre la población. La basura se acumula en las calles a montañas. Toneladas y toneladas de basura, campamentos sobre desperdicios, lluvias que multiplican las enfermedades. La cantidad de resíduos que se producen de las miles de tolenaladas de ayuda es abrumadora y un factor que está acrecentando los problemas de salud, ya precaria de por si.
Si sumamos la casi inexistente infraestructura para su recogida, el resultado final es que cada día la cantidad aumenta. Todo se convierte en un despropósito, en una burla satírica que hace aún mas complicada la situación, otro problema más a añadir a la larguísima lista. Un problema que no es ni mucho menos, menor que los otros existentes.
Desde que regresé el 26 de Abril he escuchado mil opiniones, respetables, algunas ofensivas, otras de total indeferencia. Por suerte también se han interesado por la situación allí, por curiosidad o porque les afectaba, o porque les gustaria ir como voluntarios. Una de las cuestiones que mas preocupa a los posbiles voluntarios es la seguridad personal. Es un tema delicado, porque cada uno tiene una percepción diferente de las cosas y no se hasta qué punto se debe provocar miedo donde no lo hay o relajar a las personas cuando realmente es una situación de emergencia en la que cualquier cosa puede pasar.
En mi experiencia personal puedo decir que he tenido de todo. Intenté ser precavido, puede que en ocasiones exageradamente, otras veces pequé de incauto en situaciones que realmente exigían de mi más atención para no lamentar más tarde.
Pasé miedo a veces real, a veces injustificado, quizás por prejuicios, los cuales me han avergonzado en ciertas ocasiónes. Y es que uno nunca sabe cuándo está siendo injusto o juzgando sin un conocimiento real de la situación.
Lo que yo aconsejaría a las personas que vayan, que ojalá fuesen muchas, es que simplemente no juzguen a los haitianos, que conozcan abiertamente, pero que estén atentos y no sean inconscientes de ir por zonas desconocidas, solos, o con otras personas que no conozcan el terreno. No debemos olvidar que es una situación de emergencia, y hay individuos que ante esos momentos, llevados por desesperación, codicia, rabia, desconcierto... o simplemente por accidente, pueden llegar a causar daño.
No me gustaría alarmar a nadie, porque mi opinión personal es que el peligro, si no haces locuras, es mínimo, existe pero en casos no comunes. Sigue las intrucciones de los veteranos y de los haitianos que conozcas, que siempre estarán dispuestos a echarte una mano.
Ha habido pocos problemas con voluntarios o cooperantes, normalmente fueron relacionados con comida. Tienen hambre y en esa situación ¿Qué harías tú? No implica que quieran hacer daño, solo tienen necesidades.
Las recomendaciones generales cuando yo estaba eran no ir en la noche sólo, ni aventurarse por lugares deconocidos. Intentar ir acompañado de un haitiano traductor. No bajar del coche en ciertas zonas, especialmente CITY SOLEIL, posiblemente la zona mas peligrosa del pais. Respeto a su cultura, y nunca, nunca enfrentarse.
Por todos es sabido que buitres carroñeros hay, y por desgracia seguirá habiendo. Haití no es menos, y esta gran desgracia ha atraído a una serie de personajes sin escrúpulos que intentan hacer negocio a costa del dolor y el sufrimiento de los demás. Existen los típicos comerciantes, tanto locales como extranjeros, que abusan de los precios, aprovechando la gran escasez. Estos son claramente identificables y poco se puede hacer contra ellos. Lo único que yo puedo hacer, y a eso me dispongo, es decir claro lo que pienso de ellos, por si alguien quiere o puede "eliminar" a alguno. Tienen apariencia normal, pero en el momento que identifico a uno, se dibuja en mi mente la silueta de un ser encorvado, con uñas largas, nariz aguileña y una tunica negra. Esquelética figura que despide un olor a podrido que haría vomitar a una cabra, realmente deberían tener esa apariencia y ser cubiertos con la piel de un cadáver putrefacto, cadáver de uno de esos muertos con los que comercian estos desaprensivos. Por desgracia respeto la vida, pero me entristece profundamente que individúos así tengan cavida en este mundo.
Hay otro tipo de buitres, y realmente me cuesta hablar de ellos... al fin y al cabo los anteriores sólo son pobres inhumanos que se rigen por la codicia, se enriquecen ellos y son egoistas, pero no suelen pasar de ahí. Pero existen otros, otros con los que realmente me plantearía mi respeto a la vida ajena. Existen ciertas organizaciones, religiosas, o sectas o como quieran llamarlas, que se dedican a recoger conciencias debilitadas, normalmente niños que encuentran en las calles solos, anulándoles la mente por completo y creando adeptos a su servicio y devoción. Y aquellos que se dedican a traficar con niños, con adopciones encubiertas o incluso para temas de prostitución. Realmente no es algo que crea que está muy extendido, pero todos sabemos y todos saben que en este tipo de desastres, aparecen estos indivíduos. que en general sólo se les puede definir de una forma, y perdón por la expresión, HIJOS DE LA GRAN PUTA! Sólo un deseo para ellos, OJALÁ MURAIS DE LA PEOR FORMA POSIBLE, SIN DIGNIDAD Y SIN POSIBILIDAD DE DEFENDEOS!

Haití ya era antes del terremoto el pais mas pobre del Continente Americano, donde las oportunidades eran escasas, la educación muy baja, la sanidad pésima, la esperanza de vida situada en torno a los 55 años y las desigualdades demasiado evidentes. Pero a pesar de todo, los haitianos son un pueblo orgulloso, fuerte y valiente. Tal vez es la sangre africana que corre por sus venas.
Pero este golpe es algo que hasta al mas fuerte de los Titanes podría hundir. Después de la desolación del terrremoto, cualquier persona de las que yo conozco, se lamentaría de su mala suerte, pondría el grito en el cielo y lloraría hasta perder el aliento desorientado en su desesperación. A veces pienso que esto ha sucedido en Haití porque realmente sería imposible que otro pueblo fuese capaz de soportar tal cúmulo de adversidades. He tenido el honor de compartir con ellos y de aprender de su fortaleza, mirar a la vida cara a cara, pase lo que pase y seguir adelante, por fe, por testarudez, por valor o simplemente por supervivencia. No siguen adelante con la cabeza gacha y desaliento, siguen adelante con orgullo, con calma, con un dolor desgarrador, y con una sonrisa, palabras amables y los brazos abiertos.
Desgraciadamente, y  muy a mi pesar, los dramas humanos se viven dia a dia, y su situación es crítica. No es justo que por ser un pueblo fuerte, se les abandone a su suerte.
Murieron 200.000 personas, y siguen muriendo, por las heridas producidas o por los daños provocados en una sociedad precaria. La gran mayoría sigue durmiendo en campamentos improvisados de refugiados, dispersos por todo el pais, en parques, calles, plazas, estadios y cualquier zona despejada que pueda albergar una carpa. Muchos porque perdieron su hogar, otros tantos por miedo a un nuevo temblor. Familias enteras sin comida bajo un plástico que apenas puede contener una lluvia moderada, se apiñan en el suelo en pocos metros cuadrados sin apenas espacio. La cuiestión es que la precariedad de estos lugares es simplemente inhumana en la mayoria de los casos, rodeados de basura, infecciones, con el agua potable contaminada, expuestos al pillaje de los mas desarmados, por muy fuertes que sean, necesitan ayuda y sobre todo necesitan que no nos olvidemos de ellos porque esto no es algo que se solucione en un año ni dos, se necesitan décadas.
Siempre es la misma historia, se repite una y otra vez. Son los niños los más desprotegidos y los que más sufren esta situación. Tuve la gran suerte de estar con ALDEAS INFANTILES SOS. Es imposible describir las sensaciones encontradas que cada día me invadían, era difícil no llorar en muchos casos, por alegría o por tristeza. La situación es muy diferente en unos casos y otros. Algunos tienen la suerte de estar acogidos en algún programa de alguna ONG, o tienen aún a su familia, o alguien que se ocupe medianamente de ellos. Otros no tienen nada, ni familia, ni hogar, ni ropa, ni comida, ni agua, nada. Vagan por las calles suplicando comida, con los ojos tristes y la mirada perdida. Sólo recordar ciertos momentos me parte el alma. La impotencia que en esos casos te recorre hasta el último centímetro de la conciencia es realmente estremecedora.
Sin embargo existe esperanza, y puedo dar fe de ello. Lo comprobé con el voluntariado en el programa de emergencia de ALDEAS INFANTILES SOS, estuve un mes en la aldea de Puerto Príncipe, en Santo.
Aldeas Infantiles SOS creo que hace una labor increíble, es una isla dentro de todo ese caos. Se trata de un recinto vallado, con guardias de seguridad armados con rifles. Se asemeja a un pequeño pueblo, en el que el "alcalde" es el director de la aldea, con una escuela, comedor, enfermería y la zona donde viven los niños, que es como un pequeño pueblo de unas 16 casas, con algún parquecito, un campo de fútbol y las necesidades básicas cubiertas.
Normalmente viven un número de 8 o 9 niños huérfanos en cada casa, cuidados por una señora a la que llaman madre. Ella cobra por ese trabajo, siempre que pase una serie de entrevistas y requisitos. Se trata de dar a esos niños huérfanos lo más parecido a una familia, y creo que realmente lo consiguen. La gran diferencia en Haití es que el terremoto ha hecho que estas casas estén saturadas, porque el número de niños se ha triplicado prácticamente, a eso hay que sumarle que la comida escasea y los servicios médicos tambien, además de que los niños que han llegado nuevos, vienen realmente traumatizados, porque han vivido el terremoto en primera persona y no saben si sus familias estan vivas o no. Aldeas busca a sus padres y todas las semanas se producen algunas reunificaciones, aunque menos de las que todos deseariamos.
Aparte existe un programa externo dentro del programa de emergencia, se denomina FORTALECIMIENTO, consiste en la distribución de alimento a un número de niños que viven en las comunidades externas. En el momento de mi estancia el número era de unos 12.000 niños, sin embargo, el grupo de FORTALECIMIENTO visita continuamente nuevos centros para poder llegar a distribuir alimento a mas niños. Evalúan las comunidades con mas necesidades y se les entrega comida y si se disponen de otros servicios, o mantas o carpas, también se les proporciona.
En la aldea la expresión de los niños es muy diferente en la mayoría de los casos que la de los niños que ves en situaciones mucho mas delicadas, y realmente eso te anima a seguir cada dia con el trabajo y nunca tirar la toalla, porque cada desesperanza, puede significar una sonrisa menos, o simplemente que uno de esos niños de la calle no coma ese día.Aunque los niños de la aldea están mejor que otros, no quiere decir que sea suficiente. El mayor problema al que se enfrentan es el caos existente en el pais, y sobre todo la falta de personal y voluntarios. Aldeas hace un gran esfuerzo económico y humano para seguir, tienen medios, y tienen dinero, su labor de recogida es excelente. Pero realmente falta ayuda humana, personas.

En este sentido el papel del voluntariado es muy importante. El problema es que la gran mayoría de voluntarios o personas que quieren ir no saben donde dirigirse, o en qué condiciones estarán, y eso hace que lleguen menos de los deseados.
Habría que distinguir entre los cooperantes, que son trabajadores de Aldeas Infantiles, residentes en otros países, normalmente centroamericanos, por lo que supone el ahorro de los billetes de avión, además de que la central para el Caribe y Centroamérica de la organización está en Costa Rica. Cada cooperante va con una labor porque son trabajadores de aldeas en sus respectivos paises y tienen experiencia en ese sector.
Después están los voluntarios, que son lo que su propio nombre indica. Cada voluntario se paga los gastos de traslado hasta Santo Domingo, una vez allí, se puede alojar la noche antes de la partida en una de las dos aldeas de esta ciudad y al día siguiente lo trasladarían al aeropuerto para ir a Puerto Príncipe en Avión de la ONU normalmente.
En el momento de mi estancia el número de voluntarios osciló entre 18 y casi 30 personas entre voluntarios y cooperantes, estábamos alojados en tiendas de campaña, dentro de la aldea. Suelen ser tiendas con electricidad y un ventilador, de 2 a 4 personas y en alguna ocasión de 5. Hombres con hombres y mujeres con mujeres, por eso de la diversidad cultural que hay entre todos los alli presentes. Hay camas que son aceptables, y te dan sábanas, almohada y una pequeña mantita. en el mismo campamento existían dos casas que se usaban para voluntarios y para cocinar. existen dos duchas bastante básicas en las que normalmente había agua, pero alguna 
vez que otra no, creo que eso ya estará solucionado. Además dentro de cada casa había un baño que también puede ser usado por el personal. Hay que recordar que el agua no es potable en ningún lugar de Haití. La luz se apagaba a las 10 de la noche, pero teniendo en cuenta que la hora para despertarse solía ser entre las 5,30 y las 6,30, no hay que preocuparse, ya que a esa hora suele estar casi todo el mundo rendido del duro dia de trabajo. En el campamento también existe una lavadora y una secadora, y el jabón para lavar siempre suele estar disponible. Normalmente el horario de trabajo era de 8 de la mañana a 12, una hora para comer y descansar un poco, y después de 13 a 17h o 18h, o la hora que sea necesario. Los sábados se solía trabajar hasta la hora de la comida y los Domingos se hacía una especie de excursion a una playita para relajarse y desestresarse de toda la semana, hay que tener en cuenta que hay muy poco que hacer allí, aunque depende del espíritu aventurero de cada uno. En la aldea a veces había wifi, pero si no es así, había 2 ordenadores disponibles para los trabajadores, eso sí, hay que procurar no usarlos en horas de trabajo, igual hay teléfonos que a veces no tenían señal pero no era lo normal, y que son gratuitos para los cooperantes y voluntarios, para los residentes en Europa o donde las diferencias horarias sean grandes, esta norma era mucho mas flexible y se podía llamar en horario de trabajo, aunque hay que procurar no hablar mucho para dejar a otras personas comunicarse con sus familias. En cuanto a las normas de la aldea, prefiero no contar nada, porque depende bastante del director que esté en ese momento, pero si puedo decir que son bastantes flexibles, aunque hacen mucho hincapié en la responsabilidad de cada cual a la hora de decidir qué hace, sobre todo porque les preocupa la seguridad, y más si decides salir a ciertas horas fuera de la aldea.
Cerca de la aldea, a unos 150 metros hay una gasolinera, donde hay un lugar de comidas rápidas, ahí se puede tomar algo o comer. En cuanto a la comida hay cocineras haitianas, pero la verdad es que su comida es demasiado básica, aunque no falta, no sé como estará organizado ahora. Mientras estaba allí llegó una voluntaria que se encargó de la cocina, y la verdad es que nos cuidó genial, teniendo en cuenta los medios de los que disponía en aquel momento.
Había pasta de dientes, papel higiénico, gel, etc, así que no es necesario llevarse nada de eso. En cuanto a medicamentos, también estaban bien surtidos, yo me llevé muchos y los dejé allí todos. En cuanto a ropa lo mejor es llevarse algo para trabajar como zapatillas cómodas o algo así y algo para estar cómodo en las noches, así como chanclas para la ducha y playa, mejor no llevar mucha ropa innecesaria, allí se va a trabajar, no hay que olvidarse de eso.
En cuanto a las personas que allí encontrarás, pues hay de todo como en todas partes, pero la diferencia es que aquí la gran mayoría va con un objetivo común, por lotanto los lazos que se crean suelen ser muy fuertes y el trato muy cordial. En el día a día existen momentos de tensión, y momentos difíciles, pero tambien momentos que jamás se pueden olvidan. Digamos que se crea una pequeña familia.
Los trabajos que los voluntarios hacen son muy variados y dependiendo de lo que cada cual sepa realizar. Desde mantenimiento general de la aldea, hasta cocina, informática, almacenes, logística, contabilidad, temas de salud, educación... cualquiera puede ser de gran ayuda, no importa la titulación, si no las ganas de ayudar.

La asignación del trabajo puede variar dependiendo de tus habilidades o de las necesidades en ese momento. Yo por ejemplo llegué para mantenimiento y terminé siendo el responsable de los almacenes de la aldea y de los vehículos (camiones y pick ups).
El tema del idioma está totalmente resuelto, ya que en la aldea existen muchos traductores que siempre están dispuestos a ayudar, verdad Sami y Jean Jack?
Por cierto, se habla Criolle, creo que se escribe así, que es una mezcla de francés y diversas lenguas africanas. Si hablas francés genial, todo el mundo lo habla y lo entiende. La mayoría de los cooperantes y voluntarios son de habla hispana.

Realmente no se en qué situación están las cosas en este momento en cuanto a condiciones de alojamiento para los voluntarios, lo que he contado es de la fecha en la que yo estuve, que fue del 25 de Marzo al 26 de Abril. Así que si alguien quiere ir, mejor que se informe o que me pregunte directamente, encantado le ayudaré.
En cuanto a la aldea, pues cada día se van consiguiendo cosas. La escuela se abrió mientras yo estaba allí, y puedo asegurar que fue un dia para todos excepcional y emocionante, porque unos 600 niños volvían a la escuela recuperando un poco de normalidad en sus vidas. Creo que no faltó nadie por llorar aquel día.
En cuanto a los niños que viven dentro de la aldea, cuando me fuí acababan de llegar unas casitas prefabricadas de USA y supongo que ya estarán montadas, así que el tema de la saturación en las casas ya construídas habrá disminuido y habran mejorado las condiciones.
Como veis, poco a poco se van consiguiendo cositas, en Haití todo va extremadamente despacio, pero al final se avanza.
Es muy importante el factor humano y realmente los haitianos necesitan personas con ganas de ayudar. Si eres uno/a de esos, puedes ponerte en contacto conmigo por aquí y te ayudaré a ir, o me puedes escribir un correo a scms76@hotmail.com. Preguntad cualquier cosa sin vergüenza alguna, por muy ridícula que os parezca, intentaré ayudaos en todo lo que pueda si realmente estais interesados en ayudar.

TOMY BARRANCO

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu comentario y saber de tu experiencia como cooperante, en especial con Aldeas Infantiles SOS. Actualmente colaboro en un centro, de esa misma organización, en mi misma región, pero estaba planeando en un futuro, no muy lejano, hacer una colaboración en el extranjero, por lo que tu opinión me ha servido bastante.
Saludos =)

Anónimo dijo...

hola soy nerienlli soy de rep dom santiago quiero que me ayuden a buscar un hermano que mi mama hace mucho tiempo no lo encuentra y ella lo dejo alla en haiti no savias donde buscar y escribir esta ayuda pero solo quiero darle la felicidada a mi madre quiere saver de el y que puedo aser para darle sus direccion y su nombre aqui le dejo mi mail.lachicasexual16@hotmail.com ayudeme si porfavor

Unknown dijo...

Hola Nerienlli, lamentablemente no puedo ayudarte en lo que me pides. Aldeas Infantiles buscaba niños y localiza a sus familias, pero no se dónde podrías dirigirte para encontrar a tu familiar. Tienes que tener en cuenta que todo el censo se destruyó. Posiblemente la ONU haya elaborado algún tipo de censo. Puedes intentar ponerte en contacto con ellos. Ojalá que tengas suerte!

Anónimo dijo...

Hola Tomy!!...


como andas?? mi nombre es Malen, de Argentina...buscando un poco por internet me di con tu blog... mira ya hace un tiempo vengo buscando donde poder hacer un voluntariado extenso algo asi de 1 o 2 años.. la idea es hacerlo con una amiga.. tenemos ganas de viajar y ayudar por donde se necesite...hace unas semanas se nos vino Haiti a la mente, se nos metio este lugar para ir ayudar.. y con esto encontre tu blog y lei tu experiencia..la verdad que muy fuerte!..y me gusto muchisimo lo que hiciste con la ong SOS aldeas infantiles... nuestras idea es hacer algo de eso... algo que sea de entrega completa.. nosotros tenemos 27 y 28 años.. asi que estamos dispuestas a irnos a cualquier lado...

nos justaria que nos brindes un poco de datos, de ong, lugares, que hacer en haiti.. como es el tema economico.. o posibilidades de trabajar de lo que sea para mantenernos...

bueno espero que nos puedas ayudar... ahhh estamos viendo de hacer algo con las hermanas misioneras de la caridad.. sabes algo de ellas???...
mi mail es : malena999@hotmail.com
gracias!!!